Antonio Torreblanca Algarra
Presidencia 1995-2000
En el mes de junio de 1995, se celebró la Junta de Gobierno para elegir al nuevo presidente de la UNDEF. Fue elegido el Antonio Torreblanca Algarra, sajeño y residente en Villena. Había sido presidente de su comparsa de Sax, los Alagoneses, de la Mayordomía de San Blas y Relaciones Públicas de la UNDEF, cargo que ostentaba en el momento de su elección como presidente.
El 25 de febrero de 1996, se celebró un segundo simposio de embajadas en Elx, y el 10 de noviembre de ese mismo año, se celebró en Caravaca de la Cruz el I Simposio sobre la Religión en la Fiesta, organizado en colaboración con la Real e Ilustre Cofradía de la Santa y Vera Cruz.
En 1998, la Excma. Diputación Provincial de Alicante, en colaboración con la UNDEF, editó las actas del I Simposium sobre Embajadas celebrado en Villena en 1994 en un libro titulado Embajadas y Embajadores, que fue presentado en el Salón de Plenos de la Diputación el 3-7-1998 por el Presidente de la misma, Julio de España Moya.
El 6 de noviembre de 1999, se había celebrado en Orihuela, en el Colegio de Santo Domingo, el II Simposio de la Religión en la Fiesta, organizado por la UNDEF y por la Asociación de esa población alicantina. A principios del año 2000 la UNDEF editó las actas de los dos Simposios sobre la religión en la fiesta, celebrados en Caravaca y Orihuela.
Antonio Torreblanca realizó los dos cambios más importantes de la UNDEF desde su fundación, el cambio de los estatutos, en diciembre de 1999, y el cambio de la sede, en febrero del año 2000. En 1997 se le encargó la redacción de unos nuevos estatutos al asesor jurídico, que entonces era el abogado alicantino Juan Carlos Tur Ayela, pero se rechazaron los nuevos estatutos en una reunión que se celebró en el barrio alicantino de San Blas. Puesto que la reforma de los estatutos se consideraba una necesidad, se encargó la redacción de unos nuevos a dos miembros de la directiva, el asesor histórico Juan José Capel y el asesor fiscal Francisco Soto, ambos de Murcia. Una vez redactados, se presentaron a la Junta de Gobierno y se acordó crear una comisión y hacer una serie de reuniones de la misma para ir enmendando, corrigiendo y aprobando los nuevos estatutos que se habían redactado. Antonio Torreblanca convocó una Junta de Gobierno en el Hotel Villa de Biar para finales de noviembre, y se aprobaron por la Junta de Gobierno de la UNDEF. A partir de aquí, había que redactarlos en formato digital con las correcciones que se habían hecho, hacer las copias y enviarlas a todas las poblaciones integradas en la UNDEF, y finalmente, convocar una Asamblea General Extraordinaria para su aprobación definitiva para su posterior puesta en vigor, lo que tuvo lugar el 15 de febrero del 2000. El mes de diciembre de 1999, se había estrenado la nueva sede oficial en Beneixama, que había sido cedida por el Ayuntamiento de la localidad, en sustitución de la sede anterior en el Palau Comptal de Cocentaina.
En el mes de junio de ese mismo año, se convocaron las elecciones a presidente de la UNDEF. La Asamblea General Extraordinaria se celebró en el mes de junio en el castillo de Santa Bárbara de Alicante, y resultó ganador Antonio Torreblanca para un mandato de cuatro años.
Tras las elecciones y una renovación parcial de la junta directiva, varios proyectos se propuso llevar a cabo el reelegido presidente. Uno de ellos era la informatización de la UNDEF, que ya tenía una página web desde hacía dos años, y se propuso la distribución de ordenadores a todas las poblaciones de la UNDEF. Otro proyecto fue la mejora del boletín o revista, lo que le encargó a Primitivo Gil Saúco, que la habían realizado hasta entonces. Pero el proyecto estrella fue, sin duda, la celebración del III Congreso en Murcia. La organización de este evento, que tenía un presupuesto de 64 millones de pesetas, finalmente corrió a cargo de los festeros de Murcia de su confianza casi exclusivamente. En la Asamblea General celebrada en Monforte del Cid en marzo del 2000, se presentó el acuerdo al que había llegado la UNDEF con la Subdelegación del Gobierno de Alicante referente a la problemática existente sobre el uso de los arcabuces y de la pólvora, con la participación del Subdelegado del Gobierno, Luis Garrido. En la misma Asamblea, se aprobó la celebración del III Congreso de la Fiesta de Moros y Cristianos, en Murcia, en mayo de 2002. Lo había solicitado la asociación festera de la capital del Segura, y se había empezado a organizar en 1999. La organización del congreso corrió a cargo del vocal histórico de la UNDEF, Juan José Capel, que fue nombrado presidente del congreso. El congreso se celebraría del 23 al 26 de mayo del 2002, desde el jueves por la tarde hasta el domingo por la mañana. Tras el fallecimiento de Capel en el otoño de 2001, fue sustituido por el vicepresidente Francisco Soto.
Tras el congreso de Murcia, el siguiente proyecto que preparó la UNDEF fue la celebración del II Encuentro de Embajadas y Embajadores de las fiestas de moros y cristianos, que había solicitado la Federación Alicantina de Moros y Cristianos para celebrar en la capital de la provincia. Se estuvo preparando durante el año 2003 y, finalmente, se celebró con brillantez en el mes de noviembre de ese mismo año.
Ese mismo año, la UNDEF entró en contacto con la Universidad de Alicante. La UNDEF, con la colaboración económica y académica de la Sede Universitaria de Biar, empezó a organizar el primer ciclo de conferencias sobre las fiestas de moros y cristianos, que se llevó a cabo durante el primer semestre del 2004.